Paname es un juego indie de la mano de Laurent Bakowski con una temática muy simple a la par que adictiva.
El jugador se pone en la piel de un gato parisino con un simpático bigote blanco y muy refinado, el cual se divierte saltando de tejado en tejado con el simple objetivo de llegar lo más lejos posible sin caerse. La ciudad de la luz y el amor se postra bajo sus cortas y tiernas patitas mientras que con el dedo se gira —literalmente— el mundo por donde él salta. Además de edificios el gato también deberá saltar por encima de fachadas que se mueven, árboles que van de un lado a otro, furgonetas y demás objetos con el encanto de unos gráficos parecidos a los de un cómic americano con toques de Tim Burton con una simple y llana paleta de colores azules, blanco y negro.
La pantalla puede girarse a horizontal si se prefiere.
El juego es muy sencillo y entendible a la primera, de hecho, eso es lo que lo hace adictivo, poder sumar unos metros más antes de que el gato acabe aplastado contra el suelo. A nivel personal, lo que menos me gusta es la música, no digo que no sea buena -> París + acordeón = perfección, pero es un bucle que se repite durante todo el juego excepto cuando pones pausa, y la pista dura tan poco que se hace monótona, repetitiva, pesada e incluso da la sensación de que se acorta más cada vez.
Para todo lo demás, creo que Paname cumple con las expectativas de hacer pasar un buen rato ya sea a grandes y/o pequeños; si lo que quieres es estar varios minutos absorto con algo sencillo, este es tu juego de móvil.
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